Como hotel campestre, sus instalaciones tienen lo necesario para relajarse. Lo que más me gustó fue la comida, asados deliciosos y diferentes mariscos. La atención fue muy buena a un precio económico.
Publicidad engañosa. Super lejos de la vía principal, monte adentro. Las cabañas son muy feas y el baño descuidado. Lo único bueno es la atención de los dueños, una pareja de colombianos. Llegamos a la hora de la cena y no había nada para comer. Solo nos ofrecieron unas hamburguesas, según indicaba el dueño que porque habían recibido a muchas personas y se habían quedado sin comida. Sin embargo, el día siguiente fue lo mismo. Nos tocó comer lo que había, sin pedir mucho. Llegaron además unos extranjeros a comer y tampoco pudieron casi (pidieron papas fritas y les dijeron que solo había para una orden). Nosotros íbamos por cuatro noches y a la segunda noche salimos corriendo de allí, luego que el inodoro se dañó y el dueño estaba "ocupado" atendiendo el restaurante para ir a revisarlo. No tiene frente de playa como indica el anuncio. Hay que cruzar una calle y caminar por un trillo angosto y lleno de plantas que cierran el paso (el dueño decía que a cien metros y tuvimos que caminar no menos de 500 metros para llegar), luego bajar una lomita de arena, completamente cubierta de hierbas que cortan al pasar. No hicimos ni el intento de bajar. Muchos mosquitos en la noche y super oscuro el sitio para llegar desde el restaurante a las cabañas. La verdad fue una experiencia tan horrible que aunque perdimos el resto del dinero ya pagado (por adelantado, lo solicitaban), decidimos irnos para un hotel en la ciudad.…
Die Anlage mit den Cabanas war schon auf den ersten Blick nicht einladend, sondern abstoßend. Obwohl wir erst um 16.00 ankamen mußte unsere Cabana erst geputzt werden. Dies dauerte über eine Stunde. Allerdings bekamen wir dann auch noch nicht unseren Schlüssel, da uns an der Reception mitgeteilt wurde, dass der Vermieter mit dem Schlüssel an den Strand gegangen wäre. Erst nach einer weiteren Stunde bekamen wir unseren Schlüssel. Wir wählten diese Quartier, da wir uns den Karneval in Las Tablas anschauen wollten. Schon bei der Reservierung wurden wir darauf aufmerksam gemacht, dass in dieser Zeit die Cabana fast doppelt soviel kostet wie normal. Besonders ärgerlich war, dass wir in dieser ungepflegten Anlage (es gab auch einen Swimmingpool- ebenso ungepflegt) sehr lange auf unser Zimmer warten mußten. Als wir dann endlich ins Zimmer konnten, war dieses muffig, die Klospülung und die Dusche haben nur mangelhaft funktioniert und es gab unendlich viele Gelsen. Im Zimmer gabe es eine Klimaanlage, die allerdings nur Lärm machte aber nicht kühlte. Auf unserer 3 wöchigen Reise war dieses das schlechteste Quartier.…
La atencion es excelente- te atiende los mismos dueños , la comida es muy rica , las habitaciones confortables , e sun lugar para pasrala en familia o en amigos tranquilos y relajados mi esposo y yo vamos a regresar
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